A 25 años de «Canción Animal» de Soda Stereo

Un álbum excepcional, considerado de los mejores del rock en castellano.

Ha pasado un cuarto de siglo desde que la banda más importante que haya tenido Latinoamérica editara el, quizás, mejor disco de rock en castellano de la historia. No exageramos cuando aseveramos que Soda Stereo fue el grupo más influyente y popular de habla hispana y tampoco cuando consideramos que «Canción Animal» es uno de los álbumes más destacados de la mencionada lengua.

El 7 de agosto de 1990, Soda Stereo dio una nueva vuelta de timón. Una vuelta más. Del funk de «Doble Vida» producido por Carlos Alomar en 1988 saltó a un sonido que se emparentaba con las raíces del rock argentino (Pescado Rabioso, Vox Dei). Así, la dirección que la banda tomó la llevó a entrar en contacto con los artistas con los que habían crecido Charly Alberti, Zeta Bosio y en particular Gustavo Cerati, compositor de la placa en su totalidad, en colaboración con Zeta en un par de tracks y con Daniel Melero en letras de tres canciones y en calidad de aportante conceptual de todo el trabajo.

El sonido de «Canción Animal» fue decisivamente rockero, si bien, en escencia, ese estilo siempre había sido una característica del grupo. Los diez temas que componían el disco terminarían siendo coreados por multitudes tanto en la presentación oficial del álbum en el estadio de Vélez en diciembre de 1990 como en los años siguientes. Prueba fiel es «De Música Ligera», una de las canciones emblemáticas de Soda que ha traspasado generaciones.

Gira-Animal-01-Por-Leandro-Alvarez

El disco abría con «(En) El Séptimo Día» y la contundencia de la música no se detendría a lo largo de más de 41 minutos. De igual peso y belleza lírica y musical seguían «Un Millón De Años Luz» y el tema que da nombre al álbum. «Sueles Dejarme Solo» y «Hombre Al Agua» se convirtieron en favoritos de los fans de inmediato y, además, atraparon al oyente casual de Soda. Desde ya, «Té Para Tres», aquella agridulce melodía que Cerati escribió al enterarse de la enfermedad terminal de su padre, nos dejó el corazón en carne viva con sus frases «te vi que llorabas por él» y la clásica «no hay nada mejor que casa». La voz desgarrada de Cerati – en su canción más spinetteana – nos demostraba que el cantante crecía en expresividad y que nunca dejaría de hacerlo. El cierre del disco estaba a cargo de «Cae El Sol» («Buenos Aires, Buenos Aires, humedad») y esa guitarra beatle que rememora a «Here Comes The Sun».

Con la participación de Andrea Álvarez (percusión y coros), Tweety González (teclados) y Pedro Aznar (coros), entre otros, se selló «Canción Animal». La tapa original del disco mostraba a dos leones copulando pero en aquellos tiempos, que hoy parecen muy cercanos y remotos a la vez, varios países censuraron la imagen y la reemplazaron por una de la banda. Al final de los créditos, el booklet incluía la frase «Y para mayor placer animal,Escuchalo a todo volumen«.

Esta noticia apareció originalmente aqui:http://goo.gl/kM9Ps3